Jamás un desangrado fue tan feliz

Allá por el año 2002, los alcaldes distritales de Arequipa decidieron ingresar a una huelga de hambre. Protestaban contra la privatización de Egasa. En esa época yo trabajaba en Canal 9, lo que hoy es Perú TV (en ese tiempo Austral TV) y me tocó entrevistar al más buscado, el alcalde provincial de entonces, Juan Manuel Guillén. La pregunta era obvia: «¿Va a sumarse a la huelga de hambre?». La respuesta primera fue un «no lo sé». Guillén -que es filósofo- consideraba una huelga de hambre como un acto inmoral que constituye un daño directo contra la propia humanidad. Al final se sumó y fue el único alcalde que la respetó.

Traigo al recuerdo este episodio porque el otro día salía de cubrir una nota en el museo municipal del parque San Francisco y me topé con un grupo de trabajadores del sector salud que pedían sus nombramientos (los de la foto de al lado, extraída de la nota que publicó diario Correo). Supuestamente se estaban «desangrando» como medida extrema para llamar la atención de las autoridades. Debo decir que jamás había visto «desangrados» tan felices. Dejaron lleno de sangre el piso y te decían cuando pasabas por ahí, riendo: «Cuidado, cuidado que se mancha».

Me molestó la facilidad con la que una persona se hace daño y, peor aún, la manipulación mediática que ejercen algunos armando protestas solo para que los graben o les tomen fotos. Estos tipos y estas muchachas jamás se desangraron, se metieron una jeringa y dejaron que salga una muestra pequeña de sangre. Pero con 10 segundos de toma, en la TV basta. Luego comieron papa rellena en un snack de por ahí y listo, asunto resuelto, ganaron cámara.

Aquella vez, en el 2002, Guillén discernió con base correcta. Dejar de comer era hacerse daño y no quería optar por eso pues lo consideraba inmoral. Aún así lo hizo y respetó la consecuencia de su decisión. Todo lo contrario al espectáculo ridículo que ofrecieron estos profesional de la salud.

p.d. No soy partidario de Guillén. No estoy de acuerdo con el gobierno que está haciendo. No voté ni votaría por él. Solo recordé un episodio que me pareció llenó de sensatez para compararlo con las ridiculeces que vemos hoy en día.

1 Responses to Jamás un desangrado fue tan feliz

  1. Lucho dice:

    jajajaja, que tales desangrados, si se pinchaban en la cara, seguro que no encontraban sangre.

    En cuanto a Guillen, hay que darle las gracias por salvarnos de perder a SEAL y EGASA, esas dos joyas sin las cuales, el Gobierno Regional y el Gobierno Central no tendrían en donde poner a tanto partidario. De paso perdimos 5 años de desarrollo. Pero en fin, la carrera de Guillen se hizo imparable!!!

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