Elsa Malpartida: un oscuro pasado y dos preguntas

3 noviembre 2009

malpartidaEl caso de Elsa Malpartida ha puesto en tela de juicio -una vez más- la calidad de moral de algunos integrantes del partido de Ollanta Humala. Resulta que la actual parlamentaria andina, según documentos y testimonios recogidos por El Comercio en su edición del 01-11-09, perteneció, entre 1989 y 1994, a las filas de Sendero Luminoso.

(…) Elsa Malpartida Jara (48) fue integrante de Sendero desde 1989 y sirvió a las huestes terroristas de “Artemio”(el prófugo cabecilla del llamado Comité Regional Huallaga) en calidad de mando logístico del caserío El Milagro (a 25 kilómetros de Tingo María), donde vivía y tenía sus parcelas de hoja de coca. Según información a la que accedió este Diario, la ex dirigente cocalera dejó esa organización en 1994 cuando se acogió a la llamada ley de arrepentimiento, que permitió a miembros de grupos terroristas librarse de la cárcel a cambio de confesar sus delitos y brindar información a las autoridades.

Lo publicado por El Comercio dejó entre las cuerdas a Malpartida, quien luego de negar el hecho, no tuvo más remedio que reconocerlo.

Tras arrepentirse de su paso por Sendero y brindar información a las autoridades, se hizo dirigente cocalera, promoviendo y protagonizando hechos de violencia en su cerrada defensa al gremio que destina, como bien recuerda Fernando Rospigliosi, el 98% de la coca que cultiva al narcotráfico.

Después de la publicación de El Comercio el domingo 1 a Malpartida no le quedó más que admitir que era cierto. Pero trató de disfrazar su participación en las filas senderistas diciendo que la habían obligado.

No obstante, su larga participación en el grupo terrorista pone en tela de juicio esa afirmación. Como es obvio, Malpartida no es parte de “la masa”, como dicen los senderistas, no es una carnerita a la que puedan arrastrar durante tanto tiempo.

Malpartida se incorporó a SL en el momento del auge de ese grupo terrorista en el Alto Huallaga (ataque y destrucción de la comisaría de Uchiza) y cuando las relaciones con el narcotráfico marchaban sobre rieles. Y se salió cuando el Ejército los había derrotado, reduciéndolos a su mínima expresión. En ese momento también el negocio del narcotráfico caía en picada porque los cárteles colombianos habían empezado a sembrar grandes extensiones de coca en su país.

Aquí viene el problema: Supuestamente la ley de arrepentimiento garantizaba secreto sobre la identidad del informante y sus testimonios ¿violó El Comercio alguna de estas normas o puso en riesgo la vida de Malpartida al publicar la información? Por otro lado, Malpartida es una parlamentaria andina y tiene historia de cocalera violentista y defensora (o que al menos justifica) de que los cultivos de coca vayan al narcotráfico. En ese contexto, ¿no era acaso relevante saber que militó en SL y, más aún, no es necesario conocer en qué tipo de acciones estuvo involucrada?

Quizá un poco de honestidad al principio de todo, le habría significado no tener que pasar por este fastidioso episodio.

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Añadidos


Lourdes en su laberinto…

31 agosto 2009

Convengamos que después del caso Cataño, Lourdes Flores Nano puede olvidarse de aspirar con opciones a la Presidencia de la República. Y esto no tiene que ver tanto con su honestidad como con la capacidad del entorno político para generar moralina en cantidades industriales. Augusto Álvarez Rodrich en reciente artículo dijo algo importante sobre el caso:

La otra crítica que le hacen a Flores es por el hecho mismo de aceptar un empleo privado. Pero antes que algo negativo esto tendría que ser motivo de elogio pues significa que debe trabajar para vivir, lo cual constituye un signo saludable en un medio como el peruano donde no es frecuente la transparencia de la manera cómo los políticos financian desde su vida hasta su actividad partidaria o sus campañas electorales.

Entonces, en lo que a Lourdes cabe, debe ser bastante clara sobre los motivos que la llevaron a poner las manos al fuego por César Cataño. Diciendo eso debería bastar, pero vivimos en el Perú. Así que eso parece no ser suficiente (ya saben, no hay que ser tonto en política…Alan dixit). Ahora bien, defender a un tipo investigado por un tema de narcotráfico y encima aspirar a gobernar nuestro país es de lo más ¿inocente? ¿cándido? ¿dulce? ¿imprudente? No lo sabemos. Póngale usted el calificativo que quiera.

Para acabar, la entrevista de anoche en Cuarto Poder.


Los no ejecutados en el Vrae

14 abril 2009

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No me voy a sumar el estúpido debate entre ¿porqué las organizaciones de derechos humanos no dicen nada de los soldados muertos en el VRAE? y ¿porqué los militares no hacen algo para proteger más y mejor a sus soldados? No me interesa esa discusión. Me interesa, sí, darles a conocer el link en el que se puede encontrar información sobre la presencia del Estado en el Vrae. Creo que analizar esta documentación es más saludable que meterle bala porque sí a ministros y militares, y es la mejor manera de situarse en lo que en este momento está ocurriendo en materia, repito, de presencia del Estado.

Yo quiero mostrar un solo documento. Un consilidado a setiembre del 2008 sobre las inversiones realizadas en la zona y que si bien no revelan contundentemente lo que está pasado, si dan una idea de la lentitud con la que el gobierno mueve el dinero en esta zona de emergencia, aún cuando ya hubo varios muertos de por medio.

Notarán, en el documento de abajo que, a setiembre de 2008, el Estado solo había ejecutado el 28% del presupuesto asignado al Programa de Desarrollo VRAE en materia de obras de infraestructura económica y social. Notarán también que, en temas de programas sociales, asistencia técnica, titulación y otros, de los 50 millones asignados el avance de ejecusión es casi nulo.

Ver este documento en Scribd

Este documento no es una gran revelación periodística, pues se trata de un PDF colgado en Internet por el propio gobierno. Para mí, lo único que demuestra es la lentitud con la que se invierte en una zona donde la presencia del Estado es vital para poner, orden primero, y para iniciar un trabajo de largo aliento en la búsqueda de una salida al problema de la droga, después. Luego, lo que le cabe a la prensa, es analizar documentos, cruzar datos, ver qué se ha hecho y qué no. He ahí una contribución vital a este proceso.

Finalmente, bien haría el Ministro de Defensa en ser muy sincero en las cifras y resultados. Aquí no está en juego la imagen del gobierno. Lo que está en juego son vidas humanas, algunas ya las perdimos, otras, podremos perderlas ya sea en conflictos armados y emboscadas, o por la drogra que en ese lugar nace, crece y se reproduce.