La Iglesia cambió los planes de Arana

28 enero 2010

Debo reconocer lo siguiente: creí que no iban a sancionar a Marco Arana sino hasta después de las elecciones. Me equivoqué. La Iglesia Católica lo suspendió por desobediente y no a pedido de él.

Sobre Arana pesa hoy una suspensión a divinis que le mueve por completo su estrategia de «pasar por agua tibia» el impedimento que, como sacerdote, tenía (y tiene) para participar en política. Como se recuerda, este señor pretendió confundir a la opinión pública diciendo que no había oposición entre el sacerdocio y su decisión de postular a la presidencia, pues todo se resolvía con una dispensa del ordinario del lugar.

Monseñor Carmelo Martínez Lázaro, Obispo de Cajamarca, ha emitido la suspensión que coloca al sacerdote Arana en la triste situación de no poder celebrar misa ni sacramentos de manera pública. Otra de las consecuencias es que no podrá usar hábito talar (que ni usaba, por esa falsa idea de que si un cura no se viste como tal es más cercano a la gente). Aci-Prensa informó así:

Mons. Martínez señala en la carta que, a pesar de los reiterados pedidos de distanciamiento de la política partidaria y de clarificación de su postura respecto del aborto, el P. Arana ha permanecido en la contumacia.

Luego de esto, ¿Arana podrá ser una opción a la presidencia? No lo creo. Puede postular, si quiere, pero el llamado a disciplina que le hizo la Iglesia no solo lo desprestigia sino que le hace recordar que se hizo sacerdote para siempre.


Jamás un desangrado fue tan feliz

14 enero 2010

Allá por el año 2002, los alcaldes distritales de Arequipa decidieron ingresar a una huelga de hambre. Protestaban contra la privatización de Egasa. En esa época yo trabajaba en Canal 9, lo que hoy es Perú TV (en ese tiempo Austral TV) y me tocó entrevistar al más buscado, el alcalde provincial de entonces, Juan Manuel Guillén. La pregunta era obvia: «¿Va a sumarse a la huelga de hambre?». La respuesta primera fue un «no lo sé». Guillén -que es filósofo- consideraba una huelga de hambre como un acto inmoral que constituye un daño directo contra la propia humanidad. Al final se sumó y fue el único alcalde que la respetó.

Traigo al recuerdo este episodio porque el otro día salía de cubrir una nota en el museo municipal del parque San Francisco y me topé con un grupo de trabajadores del sector salud que pedían sus nombramientos (los de la foto de al lado, extraída de la nota que publicó diario Correo). Supuestamente se estaban «desangrando» como medida extrema para llamar la atención de las autoridades. Debo decir que jamás había visto «desangrados» tan felices. Dejaron lleno de sangre el piso y te decían cuando pasabas por ahí, riendo: «Cuidado, cuidado que se mancha».

Me molestó la facilidad con la que una persona se hace daño y, peor aún, la manipulación mediática que ejercen algunos armando protestas solo para que los graben o les tomen fotos. Estos tipos y estas muchachas jamás se desangraron, se metieron una jeringa y dejaron que salga una muestra pequeña de sangre. Pero con 10 segundos de toma, en la TV basta. Luego comieron papa rellena en un snack de por ahí y listo, asunto resuelto, ganaron cámara.

Aquella vez, en el 2002, Guillén discernió con base correcta. Dejar de comer era hacerse daño y no quería optar por eso pues lo consideraba inmoral. Aún así lo hizo y respetó la consecuencia de su decisión. Todo lo contrario al espectáculo ridículo que ofrecieron estos profesional de la salud.

p.d. No soy partidario de Guillén. No estoy de acuerdo con el gobierno que está haciendo. No voté ni votaría por él. Solo recordé un episodio que me pareció llenó de sensatez para compararlo con las ridiculeces que vemos hoy en día.


Encuestitis

12 enero 2010

Un amigo periodista me comentó que una empresa de estudio de mercados le ofreció un sondeo de opinión -con resultados tabulados- en 24 horas (mismo sastrería que te ofrece los ternos de un día para el otro). Hoy, mientras venía al trabajo, escuché al conductor del noticiero de una emisora haciendo una «encuesta flash». Hace una semana leía en un diario los cargos a los que podría postular tal o cual candidato. Las universidades tienen sus encuestadoras. Hasta el Apra -dice- tiene su encuestadora. Nos ha dado «encuestitis».

Sondeos nacionales y regionales llenan hoy en día las páginas de los medios de comunicación social. Perfiles del elector, quién pasa a una segunda vuelta, si es mejor postular al gobierno regional o al congreso, nombres del posible outsider, alianzas electorales, etc. Cifras, datos, porcentajes, probabilidades, estudios, interpretaciones. Bulla.

Sería un ejercicio sano que antes de votar no miremos los sondeos y vayamos a la información objetiva. Propuestas, planes, proyectos, ideas, corrientes de pensamiento. Qué piensan hacer los candidatos en temas vitales: familia, educación, cultura, trabajo, economía, salud, pobreza. Los gritos y los insultos en nada determinan la capacidad de un futuro gobernante.

Una encuesta es una herramienta de medición importante más no determinante. Siempre resultará más trascendente lo que un candidato pueda decir (o dejar de decir) sobre los temas antes mencionados. Exigir un programa de gobierno y una hoja de vida detallada, constituyen dos actos de seguimiento permanente para los medios.

Finalmente, aquellos que postulan a un cargo público deben tener bastante claro que aspiran a un puesto de servicio donde el bienestar integral de la persona debe ser el horizonte de trabajo. Nadie puede llegar al poder solo para querer manipularlo a su antojo y aprovecharse de los beneficios e inmunidades que la ley establece para aquellos que tiene el encargo de representarnos.


El ataque a la huaca

8 enero 2010

Un cuarteto de mocosos palomillas le ha hecho daño a un monumento histórico. Sucedió en Trujillo, huaca del Arco Iris, cerca de las ruinas de Chan-Chan. Han maltratado una huella del pasado que no solo nos llena de orgullo sino que de su mantenimiento y conservación viven muchas personas (aqueólogos, guías de turismo, transportistas, hoteleros, etc.).

Se comprende la indignación de muchos (¿todos?), pero hasta ahí nomás. La nota ha sido publicada en varios medios y en Facebook ha generado comentarios de este calibre:

Que los paseen calatos por la plaza de armas de Trujillo, por tarados!

Candidatos para sacrificio moche…

A pagar con la misma moneda!!….que les tiren piedras y harto tacle!!

que les corten los pipis y los cuelguen en los muros arqueologicos como advertencia!

Que les suelten al Escuadron de la Muerte!!!

Habria forma de aplicarles la muerte civil!?

Es gracioso como somos capaces de indignarnos por cosas como éstas. No pasa lo mismo, lamentablemente, cuando está en juego la vida de un inocente en el vientre de su madre. Allí todo pasa, todo se respeta, cada quien es libre.

Y no digo que la gente reclame en los mismo términos que algunos comentaristas de Facebook lo han hecho por el monumento moche (pues las palabras reflejan una profunda ligereza ante el tema de la vida), pero  quiero evidenciar la ironía que me trae devuelta a la red:  el maltrato de un muro indigna más que la eliminación de un bebé.

p.d. Este blog ha vuelto de sus vacaciones.