Mientras nos preocupamos por una gripe porcina que no ha llegado al Perú. Mientras Yehude y Carranza aclaran sus diferencias sobre la CTS. Mientras Hilaria Supa se convierte cada día en justificación para una nueva donación internacional a las ONG caviares. Mientras todo eso pasa, el gobierno peruano firmó, esta madrugada, en Beijing, el Tratado de Libre Comercio con China. En Andina:
Los gobiernos de China y Perú firmaron hoy martes en Beijing un Tratado de Libre Comercio (TLC), tras un proceso de negociación que duró más de un año.
El vicepresidente chino, Xi Jinping, y su homólogo peruano, Luis Giampietri, fueron testigos de la ceremonia de suscripción, que se celebró en Beijing. Ambos clasificaron el logro de «nuevo hito» para los vínculos bilaterales.
Y así comienza una nueva era en la vida comercial del Perú. Hay que decir también que sobre el TLC con China muy pocos han dicho algo…bah…algo es casi nada pues para los habituales opositores a este tipo de acuerdos, decir palabra alguna en contra de este país es algo así como una afrenta a la pachamama. Y esto que el rostro del nuevo socio nacional no tiene la mejor carta de presentación del planeta. Veamos algunas cositas:
1. La violación sistemática de los Derechos Humanos.
2. Su represión e intolerancia es la responsable de que el Tibet se haya convertido en un «infierno».
3. El 65% de las ejecuciones de todo el mundo donde se aplican penas de muertes se realizan en China.
4. Mantiene la pena de muerte para 68 delitos.
5. Son habituales los mecanismos de tortura y malos tratos para sus reclusos.
6. Unos 50 mil policías custodian el acceso de los chinos a Internet. Entre periodistas y usuarios de Internet, hay al menos 80 detenidos.
7. En pleno siglo XXI China mantiene la represión religiosa. Es común la detención de obispos católicos y pastores protestantes por celebrar sus cultos. En ambos casos la celebraciones deben ser privadas y a escondidas del gobierno, que tiene su propia iglesia.
Como ven, en la vida no todo es economía. Parece ser que hay cosas más importante que solo comprar y vender. Es hora que China se ponga al día con eso que llaman respeto por la persona humana.