La ensalada del congresista José Vargas

22 octubre 2009

La polémica de si matar a un niño en el vientre de su madre es un derecho o no, es inútil. Cómo podemos debatir si eliminar un ser humano es algo válido, legal, sano, socialmente reponsable. Esa idea solo puede salir de la misma mente que ideó un cartel como el de esta foto, tomada durante el plantón abortista frente al Congreso de la República.

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Es el estilo procaz y energúmeno de los abortistas.

Si algo hay que debatir, pienso yo, es cómo ayudar a las madres con embarazos inesperados a superar su problemas, antes que mandarlas a un abortorio a terminar con la vida de sus hijos y, en el caso de fetos con malformaciones congénitas graves, pues la reflexión debería apuntar a defender el derecho a la vida. Cuando la ciencia se pone al servicio del ser humano, el horizonte cambia.

Una gran explicación de lo que pasó en el Congreso, el día martes, la pueden sacar del blog Perú defiende la vida:

Por un lado se veía a los grupos organizados por las ONG´s abortistas que insultaban con palabras soeces a la policía y que tenían carteles ofensivos contra el grupo provida, insultos al cardenal Cipriani, y gritos de “quiten los rosarios de nuestros ovarios”, como lo señaló El Comercio. Parecía más una protesta política, como ideológica que es. Pero lo que más nos impactaba, como coincidimos muchos, fueron aquellos carteles que decían “Yo aborté, porque es mi derecho”. Realmente el cartel, que había sido encargado a una imprenta porque habían varios, refleja la miopía y la actitud absoluta de no considerar persona al que está por nacer y lo peor, que quien ideó ese cartel (por supuesto una de las cabecillas), no sabe lo que es un aborto. Ninguna mujer estaría orgullosa de abortar.

congresista jose vargasPero no quiero cerrar este post sin comentar brevemente el curioso caso del señor congresista José Vargas, vocero de la bancada aprista. Este «compañero» y a la vez padre de la Patria, colega del «come pollo», la «roba luz», el «plancha camisa», la «lava pies» y el «mata perro», ha pronunciado célebres palabras en el fragor de su cerrada defensa al aborto:

“…nadie defiende la vida de forma irrestricta porque, por ejemplo, un vegetal es una vida y no debería comerse ensaladas”

¡Oe, qué! ¡Ensalada es lo que tiene usted en la cabeza!

No sé si reirme, llorar o perdonar los limitados argumentos del parlamentario. Aunque, pensándolo bien, para el avance de la causa por la vida, nos conviene que este señor siga al frente de la defensa del aborto. Sigue así y nunca cambies, José Vargas.

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ACTUALIZACIÓN A LAS 7:45 P.M. DEL 22/10: EL TC ORDENÓ AL MINSA NO DISTRIBUIR LA PÍLDORA DEL DIA SIGUIENTE DE FORMA GRATUITA. AQUÍ LA SENTENCIA


Entrevista a una ex-feminista

19 octubre 2009

atualNaoAborto-1Hace algunas semanas se realizó en Arequipa un evento latinoamericano de acción por la mujer. Cubriendo las conclusiones, encontré el testimonio de Amparo Medina Guerrero, una ecuatoriana, ex miembro del Fondo de Población de las Naciones Unidas, ex-feminista y ex-militante de izquierda, que tenía mucho para decir sobre el tema del aborto. Aquí el diálogo publicado en la edición 38 del Quincenario Encuentro.

«Hay un feminismo comprado por organizaciones con mucho dinero»

Amparo Medina Guerrero es ecuatoriana. Militó, desde los 16 años, en grupos de izquierda. Ya profesional, recaló en el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Implementó políticas abortistas y convenció a muchas mujeres de que acaben con sus embarazos. Hoy, a sus 43 años, ha pasado al otro lado de la orilla convencida que el aborto no le soluciona ningún problema a la mujer y constituye un negocio rentable para un reducido grupo de personas e instituciones.

Muchos sectores plantean el aborto como un derecho, bajo la premisa de que la mujer es libre de decidir sobre su cuerpo ¿es cierto este argumento?

Todas las mujeres tenemos derechos, pero ello no justifica que le puedo quitar el derecho de nacer a otra persona que vive en mi vientre. Yo no puedo decidir sobre la vida de esa otra persona, y si bien este argumento sigue en avanzada, yo sé que lo más importante es reconocer el amor materno, que nos empuja a defender a todos los seres humanos. Eso es lo natural. Imagínate si en este momento viene alguien y quiere matar un niño, todos reaccionaríamos ¿cierto? Eso es lo importante.

Otra impresión que existe es que grupos feministas buscan apropiarse de la agenda sobre el aborto ¿qué piensas al respecto?

El feminismo que ha sido comprado por las organizaciones farmacéuticas, por organizaciones como la ONU que les entrega mucho dinero. Es un feminismo vendido a instituciones internacionales y al estar (las feministas) involucradas en un proceso de tipo económico, quieren generar toda una propuesta en torno al aborto como un derecho, desconociendo el dolor que causan a otras mujeres. Una mujer que abortó jamás olvida al hijo que mató. Las mujeres nos embarazamos de hijos, cuando abortamos, abortamos hijos…y ese dolor queda marcado en nuestro cuerpo y en nuestra mente.

Hablaste de mucho dinero involucrado ¿por qué?

Porque todo esto tiene que ver mucho con cuánto ganan en la venta de anticonceptivos, en la venta y promoción del aborto; incluso se vende en partes a los bebés abortados por el colágeno, para hacer jugos y cremas. El aborto es un gran negocio.

Tú has formado parte del Fondo de Población de las Naciones Unidas, acusado de implementar políticas anti-vida ¿Por qué saliste de allí?

Fue por haber evaluado el proyecto aplicado en el continente. Algunos técnicos habíamos dicho que la metodología no funcionaba. Es decir, en vez de bajar los índices de embarazo adolescente, los habíamos multiplicado; en lugar de bajar el número de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), las aumentamos –antes eran 5 en la región, hoy son 55–; y habíamos bajado la edad de inicio sexual de los chicos, de 16 y 17 años a 13 o 14 años. Entonces dijimos que la metodología no funcionaba, porque se invertía en salud reproductiva para bajar embarazos adolescentes, para bajar ETS, para bajar VIH, y logramos lo contrario.

Pero los programas persisten…no muchos pensaron como tú

Otro grupo de técnicos dijo ‘mientras a mi me paguen no me importa’ y el tercer grupo dijo –y hasta ahora se afirma– que como nunca antes se ha hecho una investigación al rededor del tema entonces por primera vez están apareciendo las cifras, dato que es irreal, porque cuando se planteó el proyecto se había hecho un estudio previo donde se habían sacado las cifras, y por eso aplicábamos el proyecto…

¿Qué hicieron?

Nos preguntamos qué había detrás de todo y cuando empezamos a investigar nos dimos cuenta que había miles y miles de dólares detrás de aquel proyecto.

Y entonces lo dejaste…

Salí y fue un primer paso. En otro momento tuve un acercamiento con una amiga mía que abortó. Una mujer líder, revolucionaria, que había estado en frentes de izquierda…cuando quedó embarazada decidió abortar porque creyó que no era el momento de ser madre. Luego fue una mujer que entró a la droga, alcohol, cayó en un nivel de promiscuidad altísimo. Allí descubrí el síndrome post-aborto, pero al primer año no supe como ayudarla. De hecho ella todavía no encuentra un camino para volver.

La experiencia te marcó…

Así es. Yo había ayudado a muchas mujeres a abortar, había ayudado a implementar políticas pro-aborto, pero cuando vives el aborto de cerca y ves cómo destruye a la mujer, te cuestionas y dices ‘esto no está bien’…y eso nos pasa a todas, a las convencidas del discurso pro-aborto, a las ateas, a las de izquierda. Cuando te das cuenta y vives la muerte tan de cerca, entonces dices ‘el aborto no funciona’.

Ahora has pasado “al otro bando” ¿A qué te dedicas actualmente?

Dirijo en Ecuador un proyecto que se llama “Acción Pro-vida”. Hacemos prevención de aborto, buscando mujeres y acompañándolas, diciéndoles la verdad sobre el aborto. Más o menos hay unos 3 mil niños salvados. Luego trabajamos en síndrome post-aborto y por otro lado impulsamos propuestas que eviten leyes pro-aborto.

¿Qué se siente estar ahora del otro lado de la orilla?

Es increíble. Ninguna mujer va a abortar con la mano en la cintura y una sonrisa en los labios. Cuando a una mujer la ves y le dices ‘aborta’, pues la ves acongojada. Cuando salen del abortorio, ves en ellas un dolor profundo…saben que adentro dejaron alguien que era su hijo y eso te marca el alma. Por el contrario, cuando a una mujer que quiere abortar le dices ‘espera, yo te ayudo’, es distinto. No he visto ninguna mujer que haya venido a mi oficina (de las 3 mil que pasaron por ahí) que me diga ‘por su culpa estoy mal’, al contrario, me dicen ‘gracias a usted mi hijo está aquí’. Eso es algo inenarrable…no tiene palabras.

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Esto no formó parte de la entrevista, pero lo coloco porque es importante. Sobre la propuesta de despenalización del aborto en el Perú


Proponen despenalizar el aborto en el Perú

8 octubre 2009

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La noticia salió ayer miércoles. El tema es muy simple: La comisión que revisa el código penal peruano aprobó proponer la desepenalización del aborto en casos de malformación congénita del niño por nacer (aborto eugenésico) y violación sexual. Vía El Comercio

La comisión especial revisora del Código Penal acordó ayer —por cuatro votos a favor y dos en contra— despenalizar el denominado aborto eugenésico, es decir impedir el nacimiento de un feto que clínicamente ha sido diagnosticado con malformaciones congénitas. Del mismo modo, la propuesta señala que podrían abortar las mujeres que han sido víctimas de violación sexual.

Respaldaron la propuesta la señora Rosa Mavila, de la Junta Directiva del Colegio de Abogados de Lima; Víctor Prado, representante del Poder Judicial; Luis Bramont, de la Asamblea Nacional de Rectores, y Ricardo Váscones, del Ministerio de Justicia. En el caso del aborto eugenésico, -informa El Comercio- los citados argumentaron que a una mujer no se le puede imponer la carga de tener un hijo “que se va a morir”.

Interrumpimos brevemente esta transmisión para informale a los cuatro señores que todos los seres humanos (todos hijos de alguien) que hemos tenido la suerte de nacer, «nos vamos a morir». Ellos también están incluidos en esta certeza.

Bajo la lógica de estos señores, un ser humano que, penosamente, lleva consigo una malformación congénita no tiene derecho a nacer. Y, como «se va a morir», entonces mejor lo matamos antes. Ojo, ello no niega lo complicado que es para la madre el tener un hijo con problemas, pero nada justifica matar a un ser humano para evitarle un dolor a otro. Creo que hay una distorsión en la visión de dignidad que tienen algunos.

Y para el caso de violación, pues habría que explicarle a estos señores que el aborto no cura ningún trauma. Es más, al trauma que produce la violación, le quieren imponer el del aborto, que destroza la vida de la mujer. Alguna vez una militante feminista me dijo que una mujer violada veía en su hijo al violador mismo y que consideraba al aborto, en esos casos, como un acto de justicia. Y yo me quedé pensando en la visión de justicia de aquella mujer. Llamé un rato a la lógica y esta me preguntó lo siguiente:

– ¿Quién es el delincuente?

– El violador

– ¿Quién es la vícitima?

– La mujer violada

– ¿Quién es el inocente?

– El niño concebido fruto de esa violación

Entonces, por qué para hacer justicia se tiene que matar al inocente. ¿No es mejor meter preso el resto de su vida al violador, proteger y ayudar a la mujer a que se recupere física, psicológica y espiritualmente de la violación, dejarla ser madre y darle así una respuesta integral a su vida? Por último, si no quiere al niño, pues no le digas que lo mate, ínstala a que lo dé en adopción. Pero deja que nazca.

Hay cosas extrañas en torno a la decisión que ha tomado esta comisión. Por ejemplo, días atrás el Ministerio de Justicia había dicho que su posición era (y es) contraria a la despenalización y uno de sus miembros votó a favor de la misma. No entiendo ¿los miembros votan a título personal (como la señora Rosa Mávila, feminista y militante de izquierda) o llevan consigo posturas institucionales?

La cosa se pone brava. Manuelas, Floras y demás, están que saltan en un pie (¿no que no buscaban la despenalización?) y los grupos pro-vida alistan la batalla legal para defender tanto al niño que está por nacer como a la madre.