Sobre investigación, fuentes y chuponeo

25 noviembre 2008
Daniel Santoro

Daniel Santoro

En el periodismo de investigación, Daniel Santoro es de los que más destaca en nuestro continente. Creo que se trata de una fuente interesante por su competencia en el tema, ganada a través de los años por los diferentes trabajos que realizó.

Buscando una respuesta personal a sí yo hubiese publicado o no los petroaudios, me encontré con una entrevista a Santoro, hecha en el 2006 en México. Hay varias cosas interesantes de la misma, que cobran actualidad en nuestro país, tras el debate generado por la difusión de las comunicaciones entre Rómulo León y Alberto Quimper, obtenidas tras un chuponeo.

Se discute mucho entre los periodistas el tema del periodismo de calidad y cuáles son los estándares a los que debemos aspirar los comunicadores latinoamericanos.
–Creo que hay una carencia en América Latina sobre estándar de calidad: primero, hay una carencia en cuanto a códigos de ética o un decálogo de ética escrito, que se renueve, que se comparta a toda la redacción, porque últimamente parece que hay tanta laxitud, todo se vale y está permitido, más en el marco de las fuentes anónimas.
Si se aplicara lo que viene en libros como éste, sobre todo en el tema de manejo de fuentes de la información, hay una tendencia a la información con base en fuentes anónimas. En los 70 había un privilegio de usar fuentes anónimas, como en el caso de Garganta Profunda y no era obligatorio dar el nombre de la fuente, pero ahora se habla en libros como éste de cómo citar, cuándo decir, cuándo poner comillas, y podemos hacer una lista de elementos que ayudan a la calidad.

Aja. «Hay tanta laxitud (…) más en el marco de las fuentes anónimas». Claro, Santoro no dice que no hay que usarlas, de hecho, a veces es la única forma de llegar al fin de una investigación. Una vez más surge el cómo, la responsabilidad última de quien posee una información y la pulcritud y transparencia con la que debe ser entregada. Luego, Santoro amplía sobre una pregunta de trasfondo similar al que estamos viviendo en estos momentos:

–En México estamos viendo mucho una ola de filtración, de grabaciones ¿podemos blindarnos de ellas o cómo usarlas?
–Nuestra primera lealtad es con el lector. Obviamente no vas a decir: «el jefe de inteligencia dijo off the record tal cosa», pero sí vas a mencionar que te dieron esta información. Y si en la filtración la información no estaba confrontada, uno tiene la obligación moral de hablarle al afectado y preguntarle su opinión. Si me preguntan a qué hora hay que llamarlo, si 10 minutos antes del cierre o tres horas antes, eso depende si juega limpio o sucio.

Pablo O´Brien

Pablo O´Brien

Bien. Aquí hay más luces. Que no se pique entonces Rosa María Palacios cuando se le diga que los chicos de Cuarto Poder, por más último minuto que haya sido, debieron llamar a Rómulo para saber qué opinaba o qué descargos hacía. Creo que ahí radica la inmensa diferencia (y acaso también el origen de este chongazo) entre lo hecho por Cuarto Poder y lo que estaban por hacer Fernando Ampuero y Pablo O´Brien, ex integrantes de la Unidad de Investigación de El Comercio. Los primeros «publicaron nomás». Los segundos tenían una investigación detrás, con el soporte de saber quién era la verdadera fuente (que, estamos seguros, no era Rospigliosi).

Y entonces tengo las ideas más claras: Yo creo que los petroaudios sí debieron ser publicados, pero con el soporte de una investigación que me diga, por ejemplo, a quién se aceitó, quiénes aceitaron y con cuánto,  que se sepa realmente con quiénes y para qué se reunió Cannán, si algo tuvo que ver el presidente, cuánto de lo dicho por Rómulo eran tonterías y cuánto era cierto, entre otras tantas cosas.

Fernando Ampuero

Fernando Ampuero

En consecuencia no concuerdo con El Comercio cuando dice que no se debieron publicar los petroaudios, pues creo que, si bien la fuente obtuvo ese material de forma ilegal (el chuponeo de conversaciones privadas), el interés público de lo que allí se decía validaba su publicación. Eso y que la investigación previa hubiese filtrado cualquier interés de manipulación de parte de la fuente, como creo que está ocurriendo ahora.

Finalmente, hubiera sido más útil para el país leer lo que Ampuero y O´Brien ya habían preparado con meses de trabajo, antes que dejar la búsqueda de la verdad en manos de Carlos Raffo y Daniel Abugattas ¿no creen?